Juegan contra nuestra impotencia y desesperación

Nuestra mayor esperanza parece ser lograr un gol de cabeza

Diría que más que jugar “contra”, nos juegan aprovechándose de nuestra impotencia y desesperación. Hoy River Plate demostró básicamente desorden y desesperación (la palabra que más repetiremos en este posteo y este mes), se jugó a lo que salía, necesitábamos ganar pero no sabemos cómo convertir un gol. Hace varios años que tenemos este problema, los delanteros no son goleadores y encima la pelota no llega.

Hoy probamos 2 sistemas diferentes a los que veníamos probando y terminamos siendo un cúmulo de nervios que empujaban sin saber hacia donde, como ni para que. Lo dejamos solo a Almeida en el medio (encima lesionado) e intentamos juntar a gente que tiene fútbol. Lamela, Buonnanotte, Lanzini y Caruso se la tenían que arreglar para llegar al arco rival pero chocaban con una columna de 7 defensores que apretaban a rabiar. El Enano ya está en otra, intentó siempre la individual y chocó con los defensores cuando tenía compañeros libres, como fue habitual en este último año, siempre eligió la jugada incorrecta. Lanzini probó pero terminó siendo intrascendente más allá de alguna jugada individual que no pudo terminar, Caruso intentó ser un poco de Pavone, un poco de Lanzini, un poco de sí mismo y me sigue demostrando que es el único jugador de River Plate que no se nubla cuando está frente al arco, tiene la capacidad para hacer un lujo y la fuerza para pegarle a la pelota, pero siempre está lejos, físicamente le sigue faltando (aunque mejoró muchísimo, ahora corre) con ese poquito es el mejor delantero y el único que me da esperanza de gol. Lamela sigue siendo el mejor aún no jugando bien, seguimos dependiendo de su varita. La idea de llegar tocando tuvo el acierto de haber tenido más fútbol que en otros partidos pero también tuvo defectos graves; no fuimos dueños de los espacios, no tuvimos claridad suficiente, no tuvimos cambios de ritmo ni audacia a la hora de acercarnos al área y repartimos mucho tiempo la pelota, no hubo profundidad (eterno problema), estuvimos llenos de nerviosismo (enemigo número uno a la hora de intentar jugar en equipo).

Terminado el primer tiempo en que no se logró el objetivo, se dio un giro brusco. Pasamos a meter más delanteros y sacar el poco juego que teníamos, no intentamos recuperar la pelota ni llegar tocando, simplemente intentamos profundidad y nuevamente fallamos. Hoy se intentó un cambio brusco de timón porque hace unos cuantos partidos que perdimos el rumbo. Después de jugar de una forma fea pero efectiva que nos daba lo que necesitábamos, pecamos de soberbios y le pedimos al equipo más de lo que podía dar, le pedimos ser campeón a un equipo de frazada corta. En ese momento se perdió la concentración y la pérdida de puntos llevó a la pérdida de confianza. Hoy somos un equipo lastimado que no sabe como obtener lo que necesita, estamos perdidos en medio de una lucha que no conocemos, una lucha en donde todos pierden puntos (aunque sorpresivamente este año el listón está muy alto).

Nos hizo un gol y lo sintió en serio, había que verlo en la cancha los siguientes 30 minutos.

Estamos en un momento crucial. El principal rival de River Plate para muchos es Olimpo y que pierda algún punto pero en realidad nuestro principal rival es River Plate. Este equipo no sabe ganar y para colmo nuestros rivales juegan con nuestra desesperación y limitación. Esta era la razón por la que hace un año decía que no podíamos llegar a las últimas fechas con peligro. Colón se defendió aguerridamente y dejó al Bichi para que hiciera destrozos y a Díaz para que manejara los tiempos. Pozo se dedicó a hacer tiempo desde el minuto 23 cuando hizo su primer saque del arco y el resto agarró, empujó, pegó, hizo tiempo… lo que fuera necesario para poner nervioso al equipo (si no entendí mal, en Planeta Bonadeo hablaban de incentivación a Colón). Conocen nuestra necesidad y defecto, así nos jugarán los últimos 2 partidos, 2 equipos inteligentes. Hoy es el sueño de cualquier jugador o hincha ser el equipo que mandó a River a la promoción. ¿Podremos superarlos? Por mi parte estoy confiado en que ninguno de nuestros 3 rivales directos sumarán 6 puntos, el tema será conseguirlos nosotros.

Muchos estan resignados, muchos dicen que esto no es River Plate, muchos piensan que debemos bajar los brazos y prepararnos para la promo. Me niego a la resignación aunque esto implique multiplicar y alargar el sufrimiento. Me niego a mirar a River Plate sin esperanzas aunque el equipo no responda a las expectativas de tanta gente. Me niego a no usar la calculadora aunque a algunos les horrorice pensar en ello y piensen que es rebajar a River Plate a una categoría desconocida por nuestra historia. Me niego a no esperar un milagro que ilumine a nuestro equipo.

No tengo idea como, pero de alguna forma habrá que sumar 6 puntos. Está claro que en este momento no se pueden bajar los brazos, aunque el mayor problema este en la cabeza de los dirigentes, el cuerpo técnico, los jugadores y los hinchas.

Por Charro.