"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

jueves, 10 de enero de 2013

Cambio de paradigma con batuta en mano


Ramón asume toda la responsabilidad y hace todo lo que está a su alcance para no fallar.

La vuelta de Ramón ha demostrado la diferencia que hay entre un DT  con experiencia, personalidad y exigencia con respecto al resto. Desde su vuelta no se habla de otra cosa que salir campeón (un listón demasiado alto que espero que no le juegue en contra al equipo si por alguna razón quedamos fuera de la posibilidad de ser punteros), se nos volvió la sonrisa y la expectativa es mayor que nunca. La locura lleva a que el equipo sea recibido por 5 mil personas para hacer la pretemporada (y el mismo es retribuido con entrenamientos a puertas abiertas) o que se liquiden las populares del superclásico en 4 horas, que la gente acepte la vuelta de Adalberto Román y hasta la posible compra de un bostero que nos tomó el pelo como Fabbro.

La gran ventaja de Ramón Díaz (además de conocer el paladar y el sentimiento del hincha) es que se situa en la posición del hincha y le habla como uno más (al margen de estar apoyado por los títulos del pasado). Su discurso ante los jugadores se ve en cada entrevista que dan los jugadores ante la prensa (un cambio discursivo absoluto) y en el reconocimiento que hacen hacia cada acción de los hinchas. .

Todo esto es importantísimo pero nada lo es como la revalorización que pretende darle el DT a River Plate. Cada acción es pensada para devolver al club al lugar que se merece, se nota en cada movimiento que hace. No le alcanza con decir que River Plate en los últimos años fue una sombra de lo que realmente es, sino que actua para que River Plate vuelva a ser lo que fue. No le alcanza con el discurso y el cambio de la forma de jugar, no es suficiente con volver a jugar sin doble 5 o con enganche, pretende que el 5 sea de suficiente categoría como para bancarse solo el mediocampo (en Ponzio se puede confiar y tiene probada esa categoría) o al menos tener un doble 5 bien definido entre el que se bancará lo defensivo y quien abrirá el juego (dependerá mucho del nivel de los otros 5 que pueden ¨jugar¨, para eso necesita que Acevedo y Ledesma vuelvan a ¨ser¨) sino que además exige un enganche definido y ¨exquisito¨ según su gusto y parecer (lo más difícil de conseguir). 

Lo que deja en claro la vuelta de Ramón (tanto como la de Bianchi, el Tolo y Tata Martino) es que hay técnicos que se bancan la ¨austeridad¨ (una falacia en la mayoría de los casos, no incorporan jugadores de calidad o ni renombre real pero incorporan decenas de jugadores sin nivel que terminan costando mucho más caro y que devalúan al plantel en general) y ser manipulados por la dirigencia en beneficio de poder demostrar sus primeras armas o demostrar que pueden jugar en las ¨ligas mayores¨. Para algunos DT, River Plate resultó un trampolín (Simeone, Gorosito) y para otros un intento por mantener la gloria del jugador (Astrada, JJ o Almeyda) pero en ambos casos se han bancado que les trajeran mamarrachos de jugadores o que les impusieran condiciones de juego o de compras. 

La vuelta de técnicos consagrados demuestra la diferencia entre ellos y el resto. No les alcanza con dirigir, exigen jugadores. No les alcanza con ser los DT, actuan en todos los frentes para conseguir el objetivo. No les alcanza con que les den lo que los dirigentes quieren, exigen lo mejor de los dirigentes, dirigidos e hinchas. No les alcanza con ser empleados del club, toman la batuta y la responsabilidad de lo que sucede dentro y fuera de la cancha. No les alcanza con que les digan que no se puede hacer una transferencia, buscan decenas de alternativas hasta que consiguen alguna, sus representantes van a hablar con los jugadores o ellos mismos toman el teléfono si los dirigentes no consiguen lo que ellos buscan, piden los balances e historiales de las inferiores para buscar lo que no tienen y saber donde estan parados, buscan revalorizar el plantel a través de triunfos y algún refuerzo real.

Lo importante de la vuelta de Ramón es ver que hay diferencias entre las apuestas que se hacen. Nadie puede asegurar de antemano el éxito de Ramón Díaz como tampoco se podía predecir que Almeyda no hubiera alcanzado los máximos objetivos del club (el renacimiento futbolístico y el fin de las tinieblas) pero queda claro el nivel de cada apuesta. Será importante no desbocarse con las incorporaciones (algo bastante normal en estos DT cuando no consiguen resultados) pero al mismo tiempo será fundamental conseguir esas incorporaciones que hagan la diferencia (que aún no han llegado).

El trabajo no es fácil por más que se han dado los primeros pasos. La caída fue tan grande que recién ahora se podrá ver lo titánico de la reconstrucción, han empezado los primeros cambios de mentalidad y luego habrá que ver la intención de juego, revalorizar al plantel (cuando no hay plata) es otro paso complicado como en su momento lo fue dejar al peor plantel de todos los tiempos (el posterior al que salió último, el de la temporada 2009) para ir mejorando de a poco los nombres y calidad de jugadores. Cuando veamos cuanto cuesta ¨volver a ser¨ entenderemos hasta donde nos empujaron en la caída, cuando tengamos un presidente y dirigentes dignos entenderemos la porquería e impresentables que tuvimos y tenemos, cuando volvamos a conseguir un título entenderemos realmente el daño que nos hicieron como para que alguna vez hayamos jugado en la segunda categoría. 

El tiempo se encarga de poner todo en su lugar, ojalá que pronto podamos empezar a mirar hacia atrás gracias a la tranquilidad que da el volver a estar encaminado y así no volver a repetir las barbaridades que vivió nuestro club.

Por Charro.

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