"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

jueves, 26 de febrero de 2015

¿Prioridad u obsesión?

Abandonar objetivos puede traer serias complicaciones

Cuando las cosas no están bien, es lógico tener que optar por lo menos malo o buscar objetivos posibles. River Plate está en una etapa de su historia en que no puede apuntar hacia varios lugares diferentes porque la frazada es corta y siempre queda alguna parte destapada. Muy lentamente se van superando etapas y mejorando algunos aspectos. Hay que recordar que el club quedó tan devastado que en una época no solo estábamos fundidos sino que además no había plantel (sin mencionar que hubo otra época en la cual ni siquiera hubo divisiones inferiores). Reconstruir un plantel competitivo llevó varios años de compras (una larga mezcla de algunas compras acertadas con varias compras erradas) y varias ventas de juveniles que no se pudieron disfrutar (casos como los de Lamela, Ocampos, Pereyra...) y se terminaron vendiendo muy pronto para recibir algo de dinero (para salvar algunos agujeros económicos y para potenciar al plantel). Este proceso (que aún no terminó) se aceleró con 2 entrenadores (Ramón Díaz y Gallardo) que lograron potenciar y sacarle todo el jugo posible a varios jugadores que crecieron y ahora dan el máximo que tienen.

El proceso de reconstrucción todavía le va a llevar un par de años porque debe haber un recambio generacional (varios jugadores de las inferiores querrán irse a medida que consigan éxitos y que vayan madurando) y además deberá sumarse algunos jugadores de jerarquía para armar un plantel más completo (con más variantes y mayor cantidad de jugadores para jugar tantas competencias exigentes en el año).

En el semestre pasado se habló de priorizar el torneo internacional, entre otros motivos, porque había mucho hambre por un logro internacional y se sabía que no había plantel suficiente para pelear varias competencias exigentes, sin embargo finalmente se peleó ambas competencias porque la inesperada superioridad demostrada durante algunas semanas llevó a estar prendidos en los 2 torneos. En teoría se podía pretender poner más fichas en un torneo que en otro pero la realidad marcaba que se estaba en medio de un proceso nuevo con un plantel que debía asimilar nuevos conceptos, con jugadores que debían conocerse con el nuevo cuerpo técnico y además tomar confianza. También hay que recordar que al iniciarse el nuevo proceso, se debía pelear para no bajar la vara del nivel alcanzado previamente y por otro lado ya se había ganado el torneo local con lo cual, un torneo internacional podía marcar un nuevo peldaño. Se podría decir que se intentó subir una escalera yendo escalón por escalón.

Planificar desde un principio apuntar hacia un lugar tiene sus grandes desventajas. Para empezar puede salir mal y en medio del proceso uno se puede encontrar sin nada (como le pasó a los bosteros que quedaron muy atrás en el torneo local y al perder ante River Plate la semifinal se quedaron sin nada; esto podría haber sido peor si en el campeonato no hubieran repuntado con algunas ayuditas o si hubieran sido eliminados previamente por el ignoto Capiatá). Apuntar a un torneo internacional conlleva varios riesgos porque uno nunca sabe cuando puede salir algo mal (solo hay que recordar como este equipo salió adelante de varios momentos complicados como estar 1 a 0 y penal en contra en Paraguay o estar perdiendo en el Monumental ante ELP o el penal al minuto ante los bosteros en el Monumental) y un segundo, un error o una mala decisión arbitral puede cambiar el destino que tanto costó construir. Dejar de lado una competencia también puede complicar económicamente (aunque este gobierno se las arregló para tener cancha llena en casi todo el torneo local más allá de como nos vaya) además del riesgo deportivo. El haber conseguido el éxito en el semestre pasado no implica que la decisión haya sido la correcta ni que siempre haya que tomar las mismas decisiones.

Tener un único objetivo es peligroso y puede ser contraproducente. Los jugadores pueden mentalizarse en un torneo y bajar la intensidad en el otro (algo de eso pudo haber pasado en la primera fecha) y por otro lado, puede ser muy peligroso cuando no se dan los resultados en la competencia que se eligió para ganar (como le pasó a Simeone en el 2008 cuando quedó afuera de la competencia donde había puesto todas sus fichas y quedó eliminado de la Sudamericana en cuartos de final y se encontró con un equipo destruido anímicamente en la última posición del torneo local).

Es cierto que cuando se tiene una frazada corta llega un momento en el que hay que elegir (vaya uno a saber cual es ese momento exacto, Gallardo no se la jugó hasta último momento pero al final debió tomar la difícil decisión de ¨jugársela¨ en 2 partidos del torneo local y ¨regalar¨ un partido con los pibes o mechar algunos jugadores titulares con suplentes de menor nivel en los 3 partidos locales y arriesgarse a no estar en el mejor nivel para jugar la serie definitoria de semifinales de la Sudamericana ante los bosteros) pero al menos se debe hacer cuando se está más cerca de un objetivo (si en el torneo pasado hubiéramos estado 6 puntos abajo, Gallardo hubiera optado por la Sudamericana mucho antes). 

A mi modo de ver hay mucha diferencia entre ¨elegir¨ en el momento que ya no hay más opciones (suele ser sobre el final del camino) y la de abandonar un torneo, de la misma forma que hay diferencia entre priorizar objetivos (como puede ser la de poner algunos jugadores fundamentales en más partidos de un torneo que en el otro) a la de obsesionarse por un objetivo (como les está pasando en este semestre a los bosteros y a Racing que por distintos motivos solo les ¨sirve¨ un torneo internacional). La realidad es que solo un equipo ganará el torneo internacional (que terminará en agosto y varios jugadores podrían ser vendidos antes de jugar las semifinales y finales) y sería peligroso empezar el segundo semestre estando a 10 o 15 puntos del puntero en el torneo local.

Por Charro.


2 comentarios:

Mario de Balvanera dijo...

Absolutamente de acuerdo, Charro.
En la copa Liberticidas di Mèrdica nos tocó una zona inmunda. Con todas las desventajas en distancia y altura. Una zona destruye planteles (ya tenemos 2 jugadores rotos: Pezzella y Martínez) y donde el margen económico se reduce. Encima, arrancamos de nalgas.
Mientras RIVER tiene que tomar el último transbordador espacial a Marte, otros cruzan el río en Buquebús y juegan con Deportivo Pilsen.
Si no se obtiene un buen resultado (y yo diría CONTUNDENTE) frente a los mexicanos, creo que hay que abrir la mano y dejar que la bendita "copa" se vaya a hacerle compañía a Jack Dawson al fondo del mar.
Ya vendrán sorteos mejores.
En el camino todavía quedan la SuperCopa, la Suruga, la Copa Argentina, la Sudamericana de nuevo y el torneo local...
Demasiado, no?
Y no hay que olvidar que este año hay elecciones en Bosterland.
"ALGO" van a ganar.
$I o $Í (no hay que olvidar que el fútbol es un negocio)
Abrazo millonario !!!

Nico dijo...

El objetivo inmediato debe ser recuperar el nivel de juego que este equipo puede desarrollar. A partir de allí, las puertas se irán abriendo indefectiblemente.
Considero que esto aún no se pudo desarrollar a causa de una "falta de ritmo" de algunas piezas claves como Pisculichi, Kranevitter y Sánchez.

Respecto a la Libertadores, la preocupación será cuando no se gane de local, mientras tanto, solo se perdió el partido más "perdible" de todos.

Por el lado del Torneo, su longitud inusual otorga tiempo para recuperar puntos perdidos. Salvo que un o dos equipo se corten (cosa que sería rara debido a que todavía ninguno demostró ser diferente a los demás), todo se definirá en la "segunda no-rueda".

¡Salud!
@nicolinov