Finalizó el Clausura ’09 y terminó de acuerdo a lo que tenemos; un equipo desconcentrado cometiendo errores graves, perdiendo los partidos claves, partidos de 90 minutos que se juegan con intensidad y concentración solo 30 a 50 minutos, un equipo que pocas veces contó con jugadores que desequilibraran, que cambien un resultado individualmente o hicieran la diferencia. Un equipo que a veces se dentaba y consiguió cambiar algún resultado aprovechando el aliento del público y el peso de la camiseta que por sí sola puede empujar al rival contra su arco. Nos siguió faltando el líder dentro y fuera de la cancha, aunque Gallardo ordenó un poco el vestuario pero sus problemas impidieron que tomara la batuta en la cancha y solo deslumbrara con algunos toques mágicos.
Ya había escrito antes de empezar este torneo la desesperanza que sentía. Algunas semanas sentimos el milagro de un resurgimiento por la levadura que trajo el Ogro pero fue menos que un suspiro. Así como en febrero sentía y anticipaba por primera vez en mi vida que River no pelearía un título y que lo mejor que nos podía pasar era dejar de lado la Copa (aunque nunca esperé que fuera otra vez de forma vergonzosa) para no quedar tan mal parados con el promedio, hoy digo que por primera vez miraré, aunque sea de reojo, la tabla de promedios. Estamos justo en el medio, una muy buena campaña permitiría que la próxima dirigencia tenga ingresos económicos por la Copa y la posibilidad de seducir a jugadores que quieran llegar al club; una buena campaña dependerá de otros para ingresar a la Copa Libertadores y seguiremos mirando la tabla de promedios el año que viene; una campaña regular nos dejará mirando peligrosamente con miedos casi desconocidos y ya no sigamos pensando.
En febrero se veían los errores cometidos por la dirigencia al mantener la base del equipo que obtuvo la peor posición de la historia del club; por más que pensaran que no era tan desastroso como mostraba la posición final, tampoco era tan bueno en el torneo anterior como para pensar que eran los mejores, haber ganado un torneo fue la clara muestra de la mediocridad en la que está inmerso el Fútbol Argentino. Era obvio que se necesitaba un fuerte shock. Este plantel demostró en los últimos 4 años carecer de rebeldía, espíritu ganador, liderazgo, categoría, cohesión y mancomunión con la hinchada y especialmente con una dirigencia que los vivió cagando.
Ante esta perspectiva, solo nos queda ver la última jugada futbolística de esta dirigencia. Todo River coincide en que faltaron refuerzos de categoría y ahora solo falta saber si tendrán la decencia de no hipotecar más y esta vez con una mortal puñalada, el futuro del club (principal preocupación de los candidatos a futuro presidente), saber si tendrán la vergüenza deportiva para no dejar al club fuera de la Copa y peligrando en las sombras de los últimos puestos, saber si compraran jugadores funcionales a los desafíos que River debe afrontar o funcionales a los interminables negociados de esta dirigencia, saber si intentaran maquillar un poquito la imagen para ayudar a su próximo candidato o si todavía mantienen la ceguera de engordar los bolsillos a costa del presente y futuro del club, saber si el Burrito seguirá haciendo milagros y si podrán rodearlo de jugadores que puedan permitir el salto de calidad que marque la diferencia y gente que lo ayude y lo contenga, saber si el pelícano decidió acerptar ser un cadáver político al dejar el gobierno con el peor River futbolístico de la historia o si buscará cerrar su ciclo con una pizca de dignidad que le permita dentro de 10 años, apoyado en su perimida retórica, en el resabio de los genuflexos y en un posible futuro más negro, volver a ser candidato al mejor estilo Santilli.
Sabemos que los últimos meses de gobierno no son nada fáciles pero con este gobierno podemos flotar entre meses de buenas intenciones (todo es posible a la hora de mantener el poder), meses de más desatinos (demostraron ser inútiles y autistas aún en las cosas que querían hacer bien) o los peores y más patéticos meses que sellarán los días del peor gobierno de la historia del club (por corrupto e inútil).
¿Será mucho pedir un pequeño acto de amor por River a esta Comisión y que intenten no seguir dañando a River?
Por: Charro
Ya había escrito antes de empezar este torneo la desesperanza que sentía. Algunas semanas sentimos el milagro de un resurgimiento por la levadura que trajo el Ogro pero fue menos que un suspiro. Así como en febrero sentía y anticipaba por primera vez en mi vida que River no pelearía un título y que lo mejor que nos podía pasar era dejar de lado la Copa (aunque nunca esperé que fuera otra vez de forma vergonzosa) para no quedar tan mal parados con el promedio, hoy digo que por primera vez miraré, aunque sea de reojo, la tabla de promedios. Estamos justo en el medio, una muy buena campaña permitiría que la próxima dirigencia tenga ingresos económicos por la Copa y la posibilidad de seducir a jugadores que quieran llegar al club; una buena campaña dependerá de otros para ingresar a la Copa Libertadores y seguiremos mirando la tabla de promedios el año que viene; una campaña regular nos dejará mirando peligrosamente con miedos casi desconocidos y ya no sigamos pensando.
En febrero se veían los errores cometidos por la dirigencia al mantener la base del equipo que obtuvo la peor posición de la historia del club; por más que pensaran que no era tan desastroso como mostraba la posición final, tampoco era tan bueno en el torneo anterior como para pensar que eran los mejores, haber ganado un torneo fue la clara muestra de la mediocridad en la que está inmerso el Fútbol Argentino. Era obvio que se necesitaba un fuerte shock. Este plantel demostró en los últimos 4 años carecer de rebeldía, espíritu ganador, liderazgo, categoría, cohesión y mancomunión con la hinchada y especialmente con una dirigencia que los vivió cagando.
Ante esta perspectiva, solo nos queda ver la última jugada futbolística de esta dirigencia. Todo River coincide en que faltaron refuerzos de categoría y ahora solo falta saber si tendrán la decencia de no hipotecar más y esta vez con una mortal puñalada, el futuro del club (principal preocupación de los candidatos a futuro presidente), saber si tendrán la vergüenza deportiva para no dejar al club fuera de la Copa y peligrando en las sombras de los últimos puestos, saber si compraran jugadores funcionales a los desafíos que River debe afrontar o funcionales a los interminables negociados de esta dirigencia, saber si intentaran maquillar un poquito la imagen para ayudar a su próximo candidato o si todavía mantienen la ceguera de engordar los bolsillos a costa del presente y futuro del club, saber si el Burrito seguirá haciendo milagros y si podrán rodearlo de jugadores que puedan permitir el salto de calidad que marque la diferencia y gente que lo ayude y lo contenga, saber si el pelícano decidió acerptar ser un cadáver político al dejar el gobierno con el peor River futbolístico de la historia o si buscará cerrar su ciclo con una pizca de dignidad que le permita dentro de 10 años, apoyado en su perimida retórica, en el resabio de los genuflexos y en un posible futuro más negro, volver a ser candidato al mejor estilo Santilli.
Sabemos que los últimos meses de gobierno no son nada fáciles pero con este gobierno podemos flotar entre meses de buenas intenciones (todo es posible a la hora de mantener el poder), meses de más desatinos (demostraron ser inútiles y autistas aún en las cosas que querían hacer bien) o los peores y más patéticos meses que sellarán los días del peor gobierno de la historia del club (por corrupto e inútil).
¿Será mucho pedir un pequeño acto de amor por River a esta Comisión y que intenten no seguir dañando a River?
Por: Charro
4 comentarios:
Falto poner que salvo casos aislados (Orban) no se le dió lugar a los juveniles como si los que jugaron habitualmente fuesen irremplazables.
Animo !!!!!!!! Compramos a Junior Fernandez. Tambien vino el Guille Pereyra despues de su paso por la competitiva liga suiza. Mientras tanto Estudiantes esta jugando la final de la copa.
Siendo la medianoche, acabo de agregar una frase al post acerca de la posibilidad de Aguilar a volver a posturlarse en el futuro. Lo hice porque esta frase despertó un cambio de ideas con el negro Enrique que nos llevará a un próximo post. Papada todavía no se fue y ya nos despierta pesadillas el hecho de que pudiera volver.
Es cierto que no puse nada sobre los juveniles y especialmente es inentendible que no los haya puesto en el último partido. Era ideal para ver a algunos jugadores.
Respecto a Junior Fernandez, al menos me despierta más expectativas que Barbosa. Tal vez sea porque nunca lo vi atajar, por intuición, por fe o porque al menos una le tiene que salir bien al tarado que tenemos como presidente.
Saludos. Miren mi blog.
Falcao y Julio Cruz.
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