Todo River fue a votar

Este fue el movimiento durante todo el día

El sábado fue un día de fiesta en River. Desde temprano, caminar hacia el Monumental llenaba de emoción y felicidad. Se sentía en el aire que era un día histórico, uno de esos días que uno guarda en la memoria para contarle a los hijos o a los nietos. Hubo gente esperando que se abrieran las mesas porque querían poner lo antes posible su granito de arena para que se vaya la peste de River. Ni siquiera la persistente llovizna y el continuo mal tiempo amenazante podían impedir una fecha de festejo.

Varias cuadras a la redonda se hacían imposibles estacionar, se veía a la gente llegar en familia o con amigos o solos caminando tranquilamente hacia el club, la cantidad que se veía y que iba sonriendo podía ser el paisaje de cualquier partido de fútbol. La verdad es que para muchos se jugaba algo más importante que un partido y al entrar al club se veía la emoción con la que se participaba. Creo que esto terminó siendo una de las pocas buenas cosas que obtuvo Aguilar, nos dio una enseñanza cívica inolvidable y un deseo de emitir el voto que no se podía creer; espero que sea así en las próximas elecciones.

Los primeros pasos dentro del club mostraban a los candidatos dando su imagen en el playón en busca de algún nuevo voto de último momento, sin embargo todo estaba cantado, las elecciones se polarizaron entre las más nuevas y fuertes agrupaciones unidas al aparato político frente al odio que despertaron Aguilar e Israel durante los últimos 8 años. Obviamente dentro de estas 2 alternativas había quienes pensaban diferente y apoyaban a Passarella o quienes odian al Káiser. Ya habrá momentos para analizar la elección en sí porque dejó rollos y rollos de tala para cortar.

Entrar por el hall del club dejaba una sospecha, una larga cola hacía presagiar algo que rápidamente se hizo evidente. Estas elecciones suponen la última demostración de la incapacidad de este gobierno que terminó o las pocas ganas que tenían de que la gente votara. La gente soportó cada una de las contras que recibía y hubo 14300 personas que lo tomaron como la última vejación que recibirían de parte de Aguilar. Solo 31 mesas que debieron soportar un caudal de 500 personas en 10 horas. Una barbaridad observando que viniendo solo el 45 % se debió alargar casi 2 hs el horario de votación. La excusa más escuchada fue que no esperaban semejante caudal, ¿en qué país viven?

Llegar significaba empezar por una cola que debió tener unos 200 metros, avanzar lentamente hasta el gimnasio principal o el microestadio según la mesa que le hubiera tocado en suerte, allí uno se encontraba con interminables colas que formaban laberintos para las 11 o 13 mesas habilitadas allí. Todo era lento y mucha gente decidió irse sin emitir votos (me enteré de muchos casos, si todos se hubieran quedado se hubiera pasado holgadamente el 50% del padrón) de la misma forma que muchísima gente mayor era cargada por familiares o gente voluntariosa que daba la mano a los octogenarios que no podían caminar pero no podían perder la oportunidad de votar (mientras esperaba mi lugar vi 5 casos de estos). Era mucho pedir que hubiera una silla de ruedas para esta gente o un lugar especial para el voto… a la mayoría nada le impedía votar. Se veía gente que repentinamente entraba y era colocada en el primer lugar para emitir el voto (ventajas de tener el aparato), gente que recibía el cupón pagado y era casi empujada a votar, nos enteramos de carnets “secuestrados” para emitir el voto a cambio de saldar la deuda (no se como hicieron para votar sin el DNI del titular). Las mesas no agilizaban los controles y esperaban a que saliera el votante para controlar los carnets en lugar de tener a 3 personas listas para que entren, se reponían muy seguido las boletas de los candidatos haciendo un lento y solemne acto para ese cambio. Todo esto pasaba mientras uno esperaba para votar.

Hacia la tarde todo se hizo más curioso. Empezaron a mandarse mensajes a celulares rogando el voto por un candidato, empezaron los rumores (los más claros hacia las 15 horas eran que Caselli le estaba pidiendo a la gente de su aparato que votara por Passarella porque ya veía una clara tendencia que imposibilitaba su pelea y el segundo que Passarella le estaba sacando 5 puntos a D’Onofrio en el boca de urna), se empezaban a ver caras muy largas y preocupadas de la gente de D’Onofrio, Passarella en medio de una multitud firmaba autógrafos y el resto de los candidatos caminaban casi en soledad. La gente de ACM se puso una remera en honor a su candidato Guarini con un mensaje un tanto derrotista (por lo menos eso es lo que parecía), la gente de Passarella se fue hacia el bunker del Káiser y nadie tenía cara de alegría, se veían desagradables caras como las de Ramiro Castro o el regreso de Traversone y los rumores sobre la presencia de Aguilar en su hiper custodiado sector de primer piso.

Hacia las 5 de la tarde se veía que era imposible terminar. La gente seguía llegando en cantidad y empezó el rumor que se alargaría hasta las 20 hs. A las 18 hs la cola sobrepasaba la confitería, se cerraron las puertas del club para impedir que siguiera ingresando gente y se hizo todo lo posible para que todos estuvieran dentro de los recintos de votación.

Las pantallas empezaron a mostrar resultados y se hizo muy extraño que desde el primer momento apareciera D’Onofrio como ganador, su gente festejaba y lentamente se bajaba la diferencia. Todo iba con normalidad hasta que faltando 4 mesas largaron el resultado de 3 dejando solo una para el final. Fue muy larga y tensa la espera, cada vez se hacía más fuerte el grito de “se siente D’Onofrio presidente” y absurdos gritos de victoria y especialmente de amenazas cuando la diferencia era de 4 votos. En ese momento los celulares no daban abasto, las llamadas a los fiscales de todas las agrupaciones traían la misma noticia, ganó Passarella.

Fueron saliendo las primeras personas de distintas agrupaciones que acompañaron a D’Onofrio y las caras eran muy largas hasta que salió una persona muy ofuscada seguida por otro que lo quería detener, éste último volvió al anillo y al rato salieron unas 30 persona con un redoblante festejando la victoria de D’Onofrio. La situación era muy extraña, muy bizarra, muy estilo era Aguilar. Los festejos de unas 200 personas, muchos de la Peña Ortega, con los ojos inyectados (por bronca, por descargar tanta tensión, por desilusión…) mientras aparecía una victoria por 2 votos en las pantallas contrastaban con la cara de algunos que les estaban contando a sus amigos lo que pasaba realmente dentro del salón de cine y teatro del club. Este resultado oficial (otra vergüenza de esta administración) luego fue justificado como una necesidad para impedir disturbios.

Los ánimos revanchistas hicieron que todos los no fanáticos fueran saliendo y al rato se vio la pirotecnia desde el centro de campaña de D’Onofrio. A solo una cuadra y media, en el bunker de Passarella, se podía ver a su gente indignada, preocupada por la aseveración de muchos pero el temor a las locuras del aparato. Passarella había ganado pero la gente de D’Onofrio pensaba que diciendo que habían ganado podrían llegar a la presidencia. Un acto patoteril como digno final de una campaña paupérrima. En nada ayudarán los actos de intolerancia. Esto también es otro logro de la actual conducción. La violencia desatada ayer en el hall fue otra vergüenza.

Cuando cada uno ya había llegado a su casa, muy cansados pero con la ansiedad suficiente para no permitirnos dormir se conoció el desenlace de la historia.

En resumen, fue una noche de felicidad por el compromiso de tanta gente dispuesta a participar en el acto eleccionario y para decirle adiós al ser más detestable de la historia de nuestro amado club, matizado con un montón de situaciones positivas y negativas. Esperemos ahora tener a un presidente que nos saqué del lugar en el que estamos.

Por: Charro