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miércoles, 27 de marzo de 2013

Digno representante

Ponzio saludando al mejor jugador del mundo. Por su nivel y esfuerzo bien merecida esta satisfacción

A Ponzio le tocó vestir la camiseta argentina durante casi media hora en el partido frente a Bolivia y nos devolvió aquella sensación tan característica para los hinchas de River  Plate, el orgullo de ver a un jugador del club que represente al país, la felicidad por recibir el reconocimiento para estar entre los mejores del país y la esperanza de que esto resulte también en beneficio del club (algo así como recargar pila). En contrapartida, muchas veces sufrimos el regreso de jugadores lesionados, jugar instancias fundamentales de un torneo y quedar eliminados porque nos sacaban medio equipo (imposible olvidar el Nacional 82 cuando nos sacaron los jugadores y quedamos eliminados porque la mitad del 11 titular era millonario), jugadores que eran manipulados para elegir entre la selección o el club, regresos sobre la hora...

Si bien es cierto que desde el 86 hacia estos tiempos, son más los jugadores de la selección que representan a equipos que juegan fuera de nuestro país, también es cierto que la falta de jugadores en la selección (incluso cuando algunos técnicos plantearon una selección ¨doméstica¨ clase D, nosotros no teníamos representantes) marcó nuestra decadencia deportiva. Recién en estos años se volvió a escuchar el término ¨Riverción¨ (mezcla de River y selección) para las selecciones juveniles (la generación de Lamela, Pezzella, Gonzalez Pires, Cirigliano entre otros marcó este regreso cuando formaron parte de su sub17 y continua hasta hoy con la selección con esa categoría en la que hay 5 jugadores que jugarán el sudamericano clasificatorio para el Mundial de la categoría).

Lo preocupante no es que no haya jugadores en la selección sino que nuestro equipo no tenía jugadores con la categoría para formar parte del equipo. Muchas veces el hincha se queja porque tal o cual jugador no está en la selección, en nuestro caso en estos últimos 5 años ni siquiera tuvimos algo para discutir. Cuando se habla de la herencia que dejó Aguilaucha, la mayoría habla de lo económico y yo vuelvo a insisitir en el plano deportivo. River Plate participó durante algo más de 15 años consecutivos en las competencias continentales (cuando no era un chiste clasificarse, hoy clasifican casi hasta mitad de tabla) y cuando se fue, nadie soñaba con clasificar para una competencia internacional (de hecho, en los últimos torneos dimos pena y parecía más digno de la historia de nuestro club, no participar). El plantel de fútbol es parte del patrimonio y fue parte de lo que esta gestión debió reconstruir. El plantel que dejó Aguilaucha era tan paupérrimo que además de haber salido último en un torneo, apenas lograba salir de la mediocridad de la mitad de tabla por más esfuerzos que se hacían (como íbamos a pensar en torneos internacionales o jugadores para la selección).

A River Plate aún le falta mucho para pensar en el nivel  de tiempos pasados. Ponzio es jugador de selección (probablemente el mejor reemplazante de Mascherano) y luego es difícil pensar en otro jugador con ese nivel (tal vez Mora si regulariza su mejor nivel podría jugar para Uruguay, Barovero podría pelear un lugar, Pezzella hubiera sido un titular si no se hubiera lesionado, Vangioni puede jugar en la doméstica). Hoy nuestro club se plantea con mayor rapidez sacarse a los jugadores con talento para jugar en la selección (ejemplo Falcao, Higuaín, Lamela) que en tener un equipo competitivo a nivel continental (recién ahora nos podemos platear, apenas, luchar por un título nacional). Tan lamentable fue el lavado de cabeza que desde la época de Burgos y Bonnano que no se compraba un arquero realmente digno del arco millonario (las mejores soluciones en la década pasada la dieron los arqueros del club, pensar que llegó Leyenda) y mucho menos pensar en un enganche digno (exceptuando al regreso de Montenegro y un lesionado Gallardo, la generación de fútbol estuvo en manos de jugadores sin el nivel necesario, pensar que hasta se trajo a Sixto Peralta), ni hablar del nivel de los delanteros (tan patética en un momento que un carrilero por derecha de las inferiores llamado Funes Mori jugó un partido e hizo el gol y pasó a ser el delantero titular de primera división).

Ojalá que Ponzio marque el camino y permita encontrarnos con algunos jugadores más con el nivel suficiente para representar al país y para vestir la camiseta millonaria. Ya es hora de volver a ser.

Por Charro.

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